Este domingo 18 de agosto recordamos a San Alberto Hurtado, el “santo de la solidaridad” que se fue moldeando desde su niñez y juventud.

Alberto Hurtado Cruchaga nació el 22 de enero de 1901 en Viña del Mar. Por el fallecimiento de su padre, tuvo una particular sensibilidad hacia las necesidades ajenas, desde temprana edad.

La formación jesuita del Colegio San Ignacio y los estudios de Derecho en la Universidad Católica, hicieron que se vinculara activamente a movimientos sociales.

Ya ordenado sacerdote en 1933, continuó su labor social integrando la perspectiva cristiana en su trabajo.

Falleció un 18 de agosto de 1952 afectado por un cáncer al páncreas a la edad de 51 años.

Conoce más sobre los primeros 20 años del padre Alberto Hurtado que forjaron su carácter e indeleble influencia en la sociedad y la fe, en el documento PDF adjunto.

Para agradecer su obra y pedir que en nosotros permanezca viva la llama del amor por el Cristo hermano, te invitamos a rezar la oración escrita por la Fundación Alberto Hurtado:

PADRE ALBERTO HURTADO
Apóstol de Jesucristo,
servidor de los pobres,
amigo de los niños
y maestro de juventudes,
bendecimos a nuestro Dios
por tu paso entre nosotros.

Tú supiste amar y servir.
Tú fuiste profeta de la justicia
y refugio de los más desamparados.
Tú construiste con amor
un hogar para acoger a Cristo.

Como un verdadero padre,
tú nos llamas a vivir la fe
comprometida, consecuente y solidaria.

Tú nos guías con entusiasmo
en el seguimiento del Maestro.
Tú nos conduces al Salvador
que nuestro mundo necesita.

Haznos vivir siempre contentos
aun en medio de las dificultades.
Haz que sepamos vencer el egoísmo
y entregar nuestra vida a los hermanos.

Padre Hurtado
Hijo de María y de la Iglesia
amigo de Dios y de los hombres
ruega por nosotros.

Amén.