El Matrimonio fue instituido por Dios cuando creó al hombre y a la mujer. Para los cristianos, Jesucristo lo elevó a la dignidad de sacramento; un sacramento que da a los esposos una gracia especial para ser fieles el uno al otro y santificarse en la vida matrimonial y familiar, ya que el matrimonio es una auténtica vocación.

El matrimonio religioso se establece con el consentimiento libre de cada uno de los dos contrayentes manifestado ante el representante de la Iglesia. Este sacramento está orientado a la generación y educación de los hijos, al amor y ayuda entre los esposos y a su santificación personal. 
 

Los pasos para contraer Matrimonio por la Iglesia Católica son los siguientes:

 Acercarse a la parroquia que les corresponda, según el domicilio de la novia o del novio, con una anticipación de al menos seis meses.
 Solicitar en secretaría parroquial, con seis meses de anticipación, cupo para realizar la preparación matrimonial.

Para todo lo anterior los novios deben traer:

 Certificados de bautizo originales y actualizados (con vigencia de máximo 6 meses al momento del matrimonio). 
 La libreta de matrimonio civil, si éste se ha realizado ya. 
 Solicitar hora para declaración de testigos y novios.

Más información en secretaría parroquial.