El término bautizo procede del verbo griego baptizein, que significa sumergir, lavar. El simbolismo de los efectos del agua como signo de purificación es muy común en la historia de las religiones. Sabemos que Juan Bautista daba el bautismo a todos aquellos que aceptaban su predicación como cambio de vida.

Jesucristo enseñó a los APÓSTOLES un bautismo diferente del conocido por los judíos. No era sólo un símbolo, sino una verdadera purificación y un llenarse del Espíritu Santo. Juan Bautista lo había anunciado: "Yo bautizo con agua, pero pronto va a venir el que es más poderoso que yo, al que yo no soy digno de soltarle los cordones de sus zapatos; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego".

Los padres deben inscribirse previamente en secretaría parroquial para solicitar hora con los catequistas y participar de las charlas de preparación para padres y padrinos que se dan los tres primeros miércoles de cada mes después de la Misa de las 20:00 horas. Los padrinos deben venir solamente a la tercera reunión.

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