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Apreciados amigos,
Se nos dice que la Navidad es una «época de alegría» y un «momento de gozo».
Pero, en tanto la Navidad se acerca, ¿no experimentamos cosas muy lejos de alegría y gozo?
¿Estamos cansados después de un largo año y los numerosos problemas y dificultades que aparecieron en el camino?
Detengámonos por un minuto.
Es posible que pienses que no tienes tiempo para detenerte, pero deberías hacerlo.
Deseo ayudarte a experimentar la calma y la paz en esta Navidad. ¡En vez de esperar a sobrevivir las fiestas, quiero mostrarte que realmente gozarás este momento!
Tendrás que abandonar algo en tu ocupada vida para que puedas hacer espacio para algo mejor.
A lo mejor, deseas mirar esta Navidad como que necesita ser más grande y mejor que la del año pasado y ansiosamente ocuparás cada momento haciendo preparativos para esa meta.
Pero a veces menos, es más.
Podríamos pensar que Jesús nos dice:
La Navidad es Mi cumpleaños. Es época de celebrar el más grande regalo de Dios dado a la humanidad.
¿Te has detenido a pensar respecto a que si todo este correr es necesario?
¿Te está haciendo a ti y a tus seres queridos más feliz esta Navidad?
¿O estás dejando fuera las cosas verdaderamente importantes en la vida para así seleccionar los regalos perfectos, arreglar las decoraciones impecablemente, y reunir los más suntuosos ingredientes para la cena de Navidad?
Mientras menos desesperado estés en crear la Navidad “perfecta”, más tiempo encontrarás para gozarla.
Mientras menos estresado y presionado estés, más felicidad y alegría llenará todos los momentos que tú y tus seres queridos tendrán juntos.
La Navidad se goza mejor cuando el amor es el centro.
El amor es la esencia de la Navidad.
La Navidad debiera significar ocupar tiempo precioso con tu familia y amigos. Tiene que ver con acariciar y celebrar el amor que compartes.
Navidad eres tú cuando te haces regalo, cuando de verdad eres amigo y hermano de todo ser humano. Regalas alegría, paz, amor. Regalas solidaridad, consuelo, apoyo, entrega. Cuando te haces bastón para ayudar al que camina con dificultad hacia Dios. Cuando te haces una venda que cubre las heridas de quien tiene el alma herida por el pecado, la incomprensión, el desamor.
¿Puedes tomar un momento para Mí ahora, en honor de Mi cumpleaños?
¿Puedes gastar un minuto para dejar que te diga cuánto Te amo?
¿Puedes parar para agradecerme por Mi amor, y reflexionar cómo puedes esparcir más amor por el mundo?
Fue el amor por ti que Me trajo a la Tierra hace más de 2000 años, para vivir y morir por ti.
El amor fue, y aún es, el centro de Mi existencia.
Todo lo que he hecho ha sido por amor a ti personalmente, y por amor a la humanidad como un todo.
¡Tú significas mucho para Mí!
En esta Navidad, toma tiempo para amar.
Si lo haces, estarás dándome un maravilloso regalo, y Me será posible darte especiales regalos este año.
A todos ustedes les deseo una maravillosa y feliz Navidad, en donde reine el Amor, la Paz y la Alegría.
Un abrazo grande y rezo por todos y cada uno de ustedes. Su Párroco,
Roberto Espejo Fuenzalida, Pbro.