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Recordados amigos,
2019 es el año que termina. Ciertamente hay sentimientos encontrados. Muchos estarán felices porque se acaba un año que ha marcado la vida de nuestra patria y la de todos nosotros.
2020 es el año que comienza y que no deseamos que sea como el 2019
Hay un dicho que dice: “depende del cristal con que se mire”.
Y hay otro: “No hay mal que por bien no venga”.
Para nosotros que somos católicos y que hemos puesto todo en manos del Señor, nuestra mejor actitud frente al 2020 es esa: aceptar lo que viene del Señor y tener una actitud positiva, frente a las muchas situaciones que nos tocará vivir.
Este domingo 29 celebramos la fiesta de la Sangrada Familia, Jesús, María y José. La familia de Nazareth no sigue un itinerario privilegiado. Son prófugos, exiliados, perseguidos, incomprendidos, pobres, buscando casa y trabajo. En eso los sentimos cerca. José y María se sostienen mutuamente, miran a Jesús. Hablan entre sí. También Pablo anima a los esposos a sobrellevarse mutuamente y que haya dulzura entre ellos.
El 31, a media noche, nos saludamos con un FELIZ AÑO NUEVO. En el fondo deseamos que el 2020, todo este año, sea muy, pero muy feliz.
Un abrazo grande para todos y cada uno de ustedes y que el Señor, el Dios de la vida, nos bendiga y proteja hoy y siempre. Es el deseo de su párroco,
Roberto Espejo Fuenzalida, Pbro.