Apreciados hermanos en el Señor,

Con las palabras del salmo 84, 9, decimos, “el mismo Señor nos da sus bienes”. Conscientes de la belleza de nuestra maravillosa naturaleza, de la bondad de nuestra gente, del esfuerzo de cuantos ponen lo mejor de sí, para edificar, paso a paso, un Chile más próspero y solidario, ¿podríamos efectivamente celebrar este 18  sin elevar nuestra mirada a Dios nuestro Padre?

Por todo ello y tantos otros sentimientos, difícil de expresar en su plenitud, es que ante el Altar del Señor, escuchando su Palabra, aclamándolo con cánticos y al son de instrumentos, celebramos un año más de vida de nuestra Patria y recordamos que “el mismo Señor nos da sus bienes”.

¡Qué hermoso es estar en el corazón de septiembre, celebrando un nuevo aniversario patrio y en el mes de la Biblia! “Jesús dijo a sus discípulos: Si alguien me ama cumplirá mi Palabra, mi Padre lo amará; vendremos a Él y habitaremos en Él. Quien no me ama no cumple mis palabras, y la Palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió” (Jn. 14, 23-24).

¿Quién es el que ama verdaderamente y es fiel a la Palabra del Señor? Sin duda, la opción por Jesús y el encuentro con Él, que transforma la vida, está en la base de esta afirmación del Señor. ¡Cuánta desidia e indiferencia, incluso oposición a la Palabra del Señor, a su verdad y a sus exigencias, es posible constatar! ¡Busquemos comprender las dificultades, problemas y peligros por los que atravesamos en nuestra patria, apelando a la Luz de la Palabra que ella nos ofrece!

La Palabra del Señor es una manifestación de su amor, que nos revela su voluntad sobre nosotros, cuál es nuestra gran dignidad, los principios para edificar la gran familia que somos, y el camino para construir la ciudad terrena. Manifiesta igualmente la voluntad divina sobre el Creador y de tantos otros aspectos necesarios para el bien común y el desarrollo, según el querer de Dios.

Agradezcámosle al Señor todo lo que nos ha dado, y especialmente en estos días patrios, por haber nacido en este maravilloso país llamado CHILE y por todas las maravillas que contiene. Oremos por las necesidades de todos nuestros compatriotas y pidamos en forma muy especial por la Paz, especialmente en zonas de conflicto. Pidamos por nuestras autoridades civiles para que tengan a Dios en su corazón.

También tengamos muy presente en nuestras intenciones del mes, a nuestra querida Parroquia, que celebra 81 años de vida el próximo 24 de septiembre, para que nuestra comunidad parroquial y todo su trabajo evangelizador sea un foco de fe y esperanza en medio de nuestro barrio; entre los vecinos y feligreses ¡Dios siempre presente!

A todos ustedes, queridos amigos, les deseo mucha alegría y que el Señor llene sus corazones. “Les dejo la paz, les doy mi paz”.

Feliz 18 y 19 para todos y el Señor bendiga nuestra Patria.      

Virgen del Carmen, Reina de Chile, ¡salva a tu pueblo que acude a ti!

Roberto Espejo Fuenzalida, Pbro.